#30 Fontanero de procesos

Un post que convalida créditos universitarios

« El conocimiento se adquiere leyendo la letra pequeña de un contrato. La experiencia, no leyéndola.» Francis Bacon.

Soy de Lugo pero vivo en A Coruña, y si algo tira de la gente de esta ciudad es el Depor.

Hace unos días, vino de visita una leyenda de ese equipo de fútbol: Djalminha. Al hilo de la presentación de su documental.

Hicieron una rueda de prensa, y un niño levantaba la mano para hacer una pregunta. A Djalma, que ya es un señor de cincuenta y algo con hijos, le hizo gracia el chaval y le dio la palabra.

Preguntó algo similar a “¿Cómo se te ocurrió hacer la lambretta en ese momento?”.

Djalminha es muy recordado por su lambretta, algo que hemos intentado, con más o menos éxito, todos y todas y todes los que hemos jugado al fútbol alguna vez.

La respuesta a la pregunta, después de mofarse de los periodistas indicando que aquel niño era el que sabía hacer las preguntas buenas, fue perfecta.

En un español-portugués Djalminha le dice al niño que la gente cree que las cosas salen sin más, como si fuese magia.

Le dice que él empezó a practicar la lambretta en juveniles, con once años. Y la que se recuerda contra el Real Madrid fue en el 1999, cuando él tenía 29 años.

18 años de práctica y de esperar el momento perfecto para usarla.

Eso es lo que nadie te dice, las cosas requieren mucho trabajo detrás, experiencia, práctica y paciencia.

Hay habilidades en tu trabajo, y en cualquier trabajo, que no vas a aprender estudiando.

Las mejorarás practicando, probando, haciendo, fallando. Por eso se suele buscar gente con experiencia y tu curriculum académico muchas veces pesa poco.

Cuando ves a un Djalminha de su profesión, que parece que hace magia porque ya tiene el culo pelado y ha visto de todo, es un placer verle trabajar.

Y aquí da igual a qué te dediques, me viene a la mente ahora mi mecánico, el albañil que reformó mi cocina y la panadera del barrio.

También me viene gente de mi empresa.

Que oye, da gusto verles trabajar.

Y yo intento ser así también, fontanero de procesos, mecánico del tiempo.

Aprender para tener las respuestas perfectas cuando algún zagal pregunte por mi magia.

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