«Es imposible que un hombre aprenda lo que cree que ya sabe» Epicteto
Nadie puede decir "café Japón" en voz alta tres veces seguidas, rápido y a la primera. A la décima puede que sí.
La condición humana va de experimentar, así que no necesito que me confirmes que lo has probado, te has reído y lo compartirás para el ridículo de amigos y familiares.
Sin embargo si te digo que nadie sobrevive a saltar de un séptimo de cabeza directo al asfalto, espero no despertar en ti el mismo interés empírico.
Nos ha jodío, Bernabé.
Ésto ocurre, al margen de cambiar las risas por dolor de premio, porque lo primero no lo sabías, y lo segundo sí.
Lo primero lo sabes ahora porque lo has intentado, lo segundo porque te has caido de alguna altura mucho más pequeña y eres capaz de multiplicar mentalmente esa piña por mucha altura más.
Así que hay dos formas de saber las cosas. O las experimentas, o las intuyes.
Y ambas se quedan grabadas para la próxima vez.
Si dentro de dos semanas vuelvo a pedirte lo del café japonés ya no lo harás. Igualmente ya no te reirás, ni se te ocurrirá vacilar de nuevo a tu cuñado en la próxima cena familiar.
Tu cerebro asume cosas por sabidas y es un asunto peligroso.
De eso va la newsletter de hoy, Palmira.
Si crees que ya sabes algo es difícil de cambiar. Forma parte de tu mecanismo de supervivencia.
Si haciendo "A" sobrevives, dónde vas ahora a cambiarlo por "B", tarao. A ve si te vah a morí.
Y así votas al de siempre. Claro.
Y no pruebas las berenjenas rellenas.
Y no lees a Kant porque es difícil.
Y no vales para las matemáticas.
En las reglas de Yak que escribí aquí va una que es más críptica que las demás: Defusiona.
Bueno críptica si no te viniste arriba y gugleaste el palabro ayer. Me dejarías loca.
Defusionar es una técnica psicológica que te pide que no te definas.
Que en lugar de afirmar "soy fatal para las manualidades" hables de lo mejorable que consideras que han sido tus obras hasta ahora. De que te faltó paciencia o que no tienes práctica.
Y si mañana toca manualidad, te animes a participar.
Haciendo ésto vas a descubrir tres cosas:
- Que puedes disfrutar mucho de actividades que no esperarías.
- Que puedes mejorar tus resultados sólo siendo amable con tu cerebro.
- Que quieres intentarlo otra vez con algo nuevo que te habías autocensurado.
Y que te vas a querer más y a controlar tu vida (y tu tiempo) un poco mejor.
La mentalidad del becario, el líder sirviente.
La curiosidad de los niños.
Nunca vas a tener mejores capacidades que hoy. Pregúntale a la persona más mayor que veas qué haría si tuviese tu edad otra vez.
Cómo iría por la calle. A trabajar. A aprender. A relacionarse.
Lo intuyes, no?
El cerebro es puñetero, conservador, cascarrabias. Cree que lo sabe todo, lo tiene etiquetado y por categorías.
No le dejes cerrarte, leñe.
Y lo dicho, va, que me enrollo: Defusiona.
Si compartes y todo eso, gracias miles, que vamos a más!
Un abrazo, Peter!